Excursión para los amantes de la naturaleza.
El domingo os invito a una excursión por la sierra, es de 30 kilómetros y de dificultad baja, os mando unas fotos para que veaís algunas zonas de la ruta, el puente tiene 400 metros de longitud, se mueve un poco, pero sólo los días de viento, para atravesarlo es conveniente no llevar mucha carga en la mochila, el bocadillo, la cerveza y alguna fruta, la otra ruta del "espeñaero" tampoco tiene mucha dificultad, el andamio esta a una altura de 2,500 metros, y tiene una longitud de 3 kilometros, en invierno hay que tener más precaución porque las maderas tienen hielo, parece un poco complicado pero normalmente casi nadie se cae abajo, es conveniente no mirar al fondo de la "barranquilla" y sobre todo utilizar el casco, no gorra, como los de la foto. Bueno si os animaís quedamos a las 8 y media en el sitio de costumbre. Un saludo.
Artículo del domingo.
“Dudo que toda filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud, a lo sumo la cambiarán el nombre”
Hasta no hace mucho tiempo en Estados Unidos, a los esclavos nuevos se les ataba una bola negra de hierro muy irregular (no era una bola perfecta), con una cadena y un grillete, al pie, para que no escaparan corriendo de los campos de algodón.
Los amos, para usar un eufemismo (palabra políticamente más correcta, suena más bonito), le llamaban “BlackBerry” (cereza negra). Ese era el símbolo de la esclavitud.
Un esclavo estaría forzado a dejar su vida hasta perecer sin poder escapar en esos campos de siembra. Así se hicieron las riquezas que hoy dominan el mundo.
Ahora, a los nuevos empleados no se les amarra una bola de hierro para que no escapen; se les da un “BlackBerry” y quedan inalámbricamente atados con ese “grillete”, al igual que los esclavos; no lo pueden dejar de lado y quedan atrapados al trabajo todo el tiempo.
Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida.
Él les dijo:
"¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos!
"Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor avaricia,
arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría,
competencia, superioridad.
"El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Generosidad, Benevolencia, Amistad, Empatía, Verdad, Compasión y Fe.
Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.
Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuelo:
"¿Y cuál de los lobos crees que ganará?"
El viejo cacique respondió, simplemente...
"El QUE ALIMENTES
Él les dijo:
"¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos!
"Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor avaricia,
arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría,
competencia, superioridad.
"El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Generosidad, Benevolencia, Amistad, Empatía, Verdad, Compasión y Fe.
Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.
Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuelo:
"¿Y cuál de los lobos crees que ganará?"
El viejo cacique respondió, simplemente...
"El QUE ALIMENTES
¡La gente vive en el futuro!
"Una de las primeras cosas que aprende un niño judío en su instrucción bíblica es: "Honrarás a tu padre y a tu madre... ¡o si no!".
A Herschel, un niño de seis años, el mandamiento le hizo recordar el día que su padre llegó a casa y anunció que había decidido comprar un coche, el primer coche de la familia.
El padre estaba ilusionado: "Fijaos, sólo llevamos unos años en este país y pronto tendremos un coche nuevo -dijo orgulloso-. Ya nos imagino dando una vuelta por Central Park. Yo conduciendo delante, a mi lado mamá, y en el asiento de atrás, nuestro pequeño Herschel".
Mamá asintió y sonrió en aprobación: "Bueno, ¿y cuándo piensas comprar el coche?", le preguntó.
"En un par de semanas, puede que un mes, no más tarde".
La plácida conversación fue interrumpida por un afligido grito de Herschel: "¡Yo no quiero ir en el asiento de atrás! ¡Quiero sentarme delante y ayudar a conducir!".
- "En esta familia con un conductor es suficiente -le recordó el padre al niño-. Mamá se sienta delante y tú te sientas detrás".
"¡Si tengo que ir detrás daré cabezazos contra la pared, ya lo verás! -dijo Herschel quejándose. Fue corriendo hacia la pared y adoptó una postura amenazante, dispuesto a poner en acción sus palabras-. ¡Mamá va detrás y yo voy delante".
"No, Herschel, tú detrás -le dijo el padre autoritariamente.
"¡Detrás no, delante! -empezó a gritar Herschel- ¡Yo no quiero ir detrás!".
El padre, enfadado, extendió el brazo y señaló con el dedo imperativamente: "Herschel, -dijo fríamente-, ¡haz el favor de salir de mi coche!".
¡La gente vive en el futuro!
El padre estaba ilusionado: "Fijaos, sólo llevamos unos años en este país y pronto tendremos un coche nuevo -dijo orgulloso-. Ya nos imagino dando una vuelta por Central Park. Yo conduciendo delante, a mi lado mamá, y en el asiento de atrás, nuestro pequeño Herschel".
Mamá asintió y sonrió en aprobación: "Bueno, ¿y cuándo piensas comprar el coche?", le preguntó.
"En un par de semanas, puede que un mes, no más tarde".
La plácida conversación fue interrumpida por un afligido grito de Herschel: "¡Yo no quiero ir en el asiento de atrás! ¡Quiero sentarme delante y ayudar a conducir!".
- "En esta familia con un conductor es suficiente -le recordó el padre al niño-. Mamá se sienta delante y tú te sientas detrás".
"¡Si tengo que ir detrás daré cabezazos contra la pared, ya lo verás! -dijo Herschel quejándose. Fue corriendo hacia la pared y adoptó una postura amenazante, dispuesto a poner en acción sus palabras-. ¡Mamá va detrás y yo voy delante".
"No, Herschel, tú detrás -le dijo el padre autoritariamente.
"¡Detrás no, delante! -empezó a gritar Herschel- ¡Yo no quiero ir detrás!".
El padre, enfadado, extendió el brazo y señaló con el dedo imperativamente: "Herschel, -dijo fríamente-, ¡haz el favor de salir de mi coche!".
¡La gente vive en el futuro!
el camello
Confia en Alá pero ata primero el camello.
"Confía en Alá pero ata primero el camello".
Este dicho surge de una pequeña historia. Un maestro estaba viajando con uno de sus discípulos. El discípulo era el encargado de cuidar del camello. Llegaron de noche, cansados, a la posada para caravanas. Era obligación del discípulo atar el camello, pero no se molestó en hacerlo y lo dejó fuera. En cambio, se dedicó a rezar, le dijo a Dios: «Encárgate del camello», y se durmió.
Por la mañana el camello no estaba: había sido robado, se había ido... podía haberle ocurrido cualquier cosa. El maestro preguntó: -¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el camello? -No lo sé -dijo el discípulo-. Pregúntaselo a Dios, porque yo le dije a Alá que cuidara de él; y como yo estaba cansado, no tengo la menor idea. Yo no soy el responsable porque se lo dije muy claramente. No hay forma de que no lo entendiera: se lo repetí tres veces. Y como siempre enseñas que debemos confiar en Alá, he confiado. Ahora no te enfades conmigo.
El maestro dijo: -Confía en Alá, pero primero ata el camello, porque Alá no tiene otras manos que las tuyas. Si quiere atar el camello, tendrá que usar las manos de alguien; pero no tiene otras que las tuyas. ¡Y es tu camello! La mejor forma de hacerlo, el camino más sencillo y más fácil es usar tus manos. Confía en Alá, no confíes sólo en tus manos; de otro modo estarás tenso. Ata el camello y después confía en Alá.
pero ata primero el camello.
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